El sueño de los compradores de vivienda es recibir su casa nueva en perfecto estado. Sin embargo, es importante conocer las garantías a las que tiene derecho.

Para muchos compradores de vivienda el poder mudarse a su nuevo hogar es un sueño y un objetivo de vida.

Después de una larga espera, cuando llega la anhelada fecha de entrega del inmueble hay varias cosas que se deben revisar.

Lo más importante es ver que la obra entregada corresponda a lo que se ofreció al momento de cerrar la venta.

Adquirir un inmueble nuevo implica un gran esfuerzo económico por parte de los compradores de vivienda.

Es por esto por lo que es muy importante que al momento de recibir el inmueble se haga una revisión detallada para identificar desperfectos.

El desarrollador del proyecto tiene la obligación de entregar la vivienda libre de desperfectos y el que usted no reclame de manera inmediata no lo exime de su responsabilidad.

En Colombia existe una normativa al respecto que contempla dos tipos de garantía, con la cual todo comprador está protegido.

Se basan en la ley 675 del 2001 y la ley 1480 del 2011, que obligan al desarrollador del proyecto a responder ante cualquier daño o imperfecto en el inmueble.

Principalmente hablamos de dos garantías; una garantía decenal cuya vigencia es de 10 años a partir de la entrega del inmueble.

Esta garantía protege al comprador de vivienda contra vicios de construcción, vicios en el suelo o vicios en los materiales.

La segunda es la garantía anual cuya vigencia es de un año a partir de la entrega del inmueble. Cubre los acabados y líneas vitales de los inmuebles.

Hay cuatro aspectos muy importantes que todo comprador de vivienda debe conocer y exigir al vendedor.

El primero es el respaldo que tiene la firma constructora para garantizar la seguridad de la inversión y el respeto a la opción de ejercer el derecho al retracto.

El segundo es la transparencia que permite a un comprador de vivienda buscar otros proyectos y comparar todos los aspectos necesarios para la toma de su decisión.

Los últimos dos aspectos son el soporte garantizado y la calidad de los materiales utilizados en la construcción del proyecto.