Arquitectura sostenible: promoviendo una construcción amigable con el medio ambiente
A partir del 2010 ha tomado significativa importancia el concepto de Arquitectura Sostenible, que hoy por hoy no debe ser una tendencia, sino la única forma de construir.
En un planeta cada vez más afectado por el calentamiento global, el cuidado del medio ambiente es una prioridad y la arquitectura sostenible un imperativo.
Los últimos 2 años la pandemia acaparó la atención del mundo entero, ocupando las primeras planas de los diarios y las prioridades en los planes de gobierno de la inmensa mayoría de países.
Sin embargo, una vez superado el COVID 19, es momento de volver nuestra mirada a un tema vital que aparentemente quedó en un segundo plano.
Las emisiones de CO2 y el calentamiento global representan un riesgo aún mayor que el mortal virus para la perdurabilidad de nuestro planeta.
Tristemente en el año 2021 las emisiones contaminantes de dióxido de carbono (CO2) en el mundo incrementaron un 6% frente al 2020.
Un nuevo récord fue roto, con 36.300 millones de toneladas, de acuerdo con un informe presentado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
A pesar de los esfuerzos de los países de la Unión Europea y Estados Unidos por reducir sus emisiones (2.4% y 4% menos que 2020), países como China e India aumentaron las suyas a tal punto que impulsaron el mayor incremento global de la historia en términos absolutos.
La construcción juega un importante papel en las emisiones de CO2
La construcción es uno de los sectores que más contribuye con las emisiones de gases efecto invernadero.
El levantamiento de edificios representa un 38% de todas las emisiones de CO2 relacionadas con la energía.
La construcción, en general, es la responsable del 23% de la contaminación atmosférica.
Pero sus efectos van más allá: 40% de la contaminación del agua potable y 50% de los residuos en los vertederos son consecuencias de esta actividad.
De hecho, las emisiones generadas por la construcción y funcionamiento de edificios en el mundo alcanzaron su nivel más alto en el 2019, de acuerdo con un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
¿Qué son los Compuestos Orgánicos Volátiles (VOCs)?
Son compuestos que se producen por efectos de la construcción y que traen consecuencias nocivas para el medio ambiente, principalmente en la calidad del aire.
Son hidrocarburos emitidos como gases, a temperatura ambiente normal, por materiales de construcción, pinturas, lacas, disolventes, telas, muebles, etc.
Muchos de estos productos contienen químicos a base de carbono, como el formaldehído, el benceno, el cloruro de vinilo y el acetaldehído.
Para identificarlos fácilmente, estos gases generados son los responsables del “olor a nuevo” que tienen el interior de los carros y las construcciones recientes.
¿Qué impacto tienen estos Compuestos Orgánicos Volátiles (VOCs) sobre el medio ambiente?
De acuerdo con estudios realizados por la Enviromental Protection Agency de Estados Unidos, en los espacios interiores la polución del aire puede llegar a ser hasta 5 veces mayor que en los espacios abiertos.
Una buena parte de los VOCs son destructores de la capa de ozono. Otros, en combinación con óxidos de nitrógeno y luz solar son precursores de ozono en el suelo (ozono troposférico), que tiene efectos nocivos en las vías respiratorias.
Otros efectos de estos compuestos sobre la salud humana incluyen irritación en piel, garganta y ojos, algunas alteraciones de la esfera mental, como irritabilidad y problemas de concentración y, a largo plazo, efectos severos en las funciones renal y hepática.
Estos riesgos, sobre todo en poblaciones vulnerables como niños y personas mayores, han hecho que desde hace varios años se esté promoviendo una nueva manera de construcción.
Hoy se deben usar materiales amigables con el medio ambiente, que no pongan en riesgo la salud de quienes habitarán estos espacios.
De la construcción tradicional a la arquitectura sostenible
En los últimos años se ha hecho énfasis en que la construcción debe favorecer la sustentabilidad y cuidar el medio ambiente.
Es por esto que nació como una tendencia el concepto de Arquitectura Sostenible, que ha crecido aceleradamente en los últimos años.
Este nuevo concepto se enmarca en un esfuerzo por frenar los efectos del cambio climático sobre nuestro planeta.
Hoy son muchos los arquitectos que consideran que la arquitectura sostenible no debería ser un tipo de arquitectura, sino la única forma de construir.
Es fundamental contribuir a la conservación del medio ambiente y construir espacios saludables que fomenten el bienestar y la salud de las personas.
Luis de Garrido Talavera, destacado arquitecto español y uno de los pioneros de este concepto, definió, en el año 2010, la arquitectura sostenible como “aquella que satisface las necesidades de sus ocupantes, en cualquier momento y lugar, sin por ello poner en peligro el bienestar y el desarrollo de las generaciones futuras”
En consonancia con lo anterior, en el año 2001 se fundó en Estados Unidos el GREENGUARD Environmental Institute, una organización sin ánimo de lucro, independiente de la industria.
Su objetivo es someter a diferentes pruebas miles de productos y así establecer sus niveles de emisiones para más de 10.000 compuestos VOCs (Compuestos Orgánicos Volátiles).
¿Qué significa que un producto para construcción tenga una certificación GREENGUARD?
Los productos que obtienen una certificación GREENGUARD son aquellos que cumplen con los límites estrictos de emisiones químicas.
Esto los hace aptos para ser usados en espacios interiores como casas y oficinas.
Adicionalmente, todo producto certificado por GREENGUARD se somete a estrictas auditorias de sus procesos de fabricación.
Sin embargo, era necesario tener en cuenta a los más vulnerables para garantizar espacios saludables.
Por esta razón en el año 2005 se crea la certificación “Greenguard Children & Schools”, cuya obtención exige el cumplimiento de criterios mucho más estrictos.
Estos buscan garantizar bajos niveles de emisiones, enfocados especialmente en productos usados en guarderías, jardines infantiles, colegios e instalaciones de atención médica.
Actualmente conocida como la certificación GREENGUARD GOLD, presenta los criterios de emisiones de productos más rigurosos hasta hoy para materiales de baja emisión.
Los productos Supermastick® están certificados, por su calidad y estándares de fabricación, con el sello GREENGUARD GOLD.
Es un reconocimiento a nuestras marcas por tener un muy bajo nivel de emisiones de Compuestos Orgánicos Volátiles.
Durante un año nuestras masillas se evaluaron en el UL Institute de California (USA), donde se sometieron a estrictas pruebas en cámaras especiales.
Bajo condiciones de temperatura y humedad controladas, se registraron los niveles de emisiones de cerca de 300 diferentes tipos de gases VOCs.
Al finalizar estos costosos análisis, nuestros productos pasaron suficientemente la prueba, lo que nos hizo merecedores de la máxima certificación.
Nuestra certificación GREENGUARD Gold avala la seguridad para la salud y el bienestar que ofrecemos a quienes habitan los espacios en donde estamos presentes.
Cuidamos el medio ambiente y apoyamos la adopción de una arquitectura sostenible.