Síndrome del edificio enfermo: la enfermedad profesional causada por las construcciones modernas.
El «Síndrome del Edificio Enfermo» es un término utilizado para describir una serie de problemas de salud y bienestar que pueden surgir como resultado de la exposición a ambientes interiores de mala calidad.
Se denomina Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) a un conjunto de síntomas que son presuntamente originados por una mala calidad del aire en espacios cerrados.
En el mundo actual, pasamos gran parte de nuestro tiempo (entre 80-90%) en interiores, ya sea en hogares, oficinas, escuelas o centros comerciales.
Sin embargo, existe una preocupación creciente por los efectos que pueden generar espacios herméticos con mala ventilación, la electricidad estática y el uso de materiales sintéticos.
En los últimos años se ha relacionado una mayor frecuencia en la aparición de esta sintomatología con los edificios altamente tecnificados o “inteligentes”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el Síndrome del Edificio Enfermo afecta cerca del 30% de las construcciones modernas.
Así mismo, se calcula que entre un 10 y 30% de quienes ocupan estas construcciones pueden verse afectados por algún tipo de sintomatología.
¿Cuáles son los síntomas que causa el Síndrome del Edificio Enfermo?
Se ha podido determinar que los edificios modernos, que cuentan con altos niveles de tecnología, son los más afectados.
Los síntomas más frecuentes son respiratorios, relacionados con la mala calidad del aire, generalmente en espacios herméticos, cerrados, en donde no hay ventilación natural.
Con frecuencia las personas que ocupan estos espacios se quejan de sensación de taponamiento en la nariz, garganta seca y presión en el pecho.
Otros síntomas frecuentas son fatiga, dolor de cabeza, sequedad en los ojos, ojos llorosos, resequedad en la piel, náuseas y mareos.
Por regla general estos síntomas sólo se presentan en el lugar de trabajo, con más severidad en las horas de la tarde.
También es usual que personas que recién llegan a este tipo de edificios comiencen a presentar estos síntomas a las pocas semanas.
De la misma manera se ha observado que estas manifestaciones mejoran a las pocas horas de abandonar el sitio de trabajo, llegando a desaparecer por completo en los periodos de vacaciones.
La ventilación es el principal problema de las construcciones.
Por regla general podemos decir que un edificio está enfermo cuando en sus espacios cerrados la sintomatología antes descrita aparece en más del 20% de sus ocupantes.
De acuerdo con estudios recientes, los problemas de salud relacionados con el Síndrome del Edificio Enfermo tienen como causa, en su mayoría, una ventilación deficiente.
Las construcciones modernas se caracterizan por tener ventanas herméticas, por lo que el aire que circula en el edificio proviene de dispositivos centrales que lo distribuyen.
Esta recirculación de aire hace que haya una mayor acumulación de microorganismos, como bacterias y moho, así como polvo e insectos.
También es frecuente que los sistemas de ventilación se vean afectados por modificaciones en el diseño, en donde las rejillas de ventilación se cubren con techos falsos.
Otro factor que afecta la ventilación es la sobre ocupación es espacios no adecuados o la ubicación de mobiliario en zonas ergonómicamente inapropiadas.
Los materiales de construcción son determinantes en la salud de una construcción.
Una de las consecuencias de la modernidad es la cantidad de materiales sintéticos, plásticos, acero inoxidable, disolventes, pegamentos, entre otros, usados en la construcción.
Muchos de estos materiales que recubren paredes, techos y pisos tienen altos niveles de emisión de VOCs (Compuestos Orgánicos Volátiles).
Se ha comprobado que los VOCs emitidos por algunos de estos productos generan reacciones por hipersensibilidad química, lo que causa síntomas en la mayoría de las personas.
Por ello es muy importante que los materiales utilizados en la construcción sean sostenibles y amigables con el medio ambiente.
Las masillas Supermastick® tienen la certificación GreenGuard Gold, que avala una significativamente menor emisión de VOCs.
Otros factores determinantes en la aparición del Síndrome del Edificio Enfermo que no podemos olvidar tienen que ver con factores presentes en el ambiente laboral.
La carga laboral, las relaciones en el sitio de trabajo, las condiciones térmicas y de iluminación y el manejo de la acústica pueden ser factores generadores de enfermedad.
Existen dos tipos de edificio enfermo.
La Organización Mundial de la Salud establece claramente dos tipos de edificio enfermo:
Edificio temporalmente enfermo: se trata de edificios que nacen enfermos, ya que son nuevos o recientemente remodelados.
La enfermedad del edificio es causada por los VOCs que emiten los recubrimientos de paredes, pisos y algunos materiales de construcción.
Por lo general los síntomas pueden desaparecer después de algunos meses, siempre que la construcción tenga buenos sistemas de ventilación.
Edificio permanentemente enfermo: generalmente corresponden a edificios con inadecuadas instalaciones de iluminación y condiciones de ventilación o climatización deficientes.
Además, un inadecuado mantenimiento de ductos, cielorrasos, sistemas de almacenamiento de agua y cubiertas hacen que genere síntomas en sus ocupantes por muchos años.
¿Es posible “curar” un edificio enfermo?
Sí es posible evitar el Síndrome del Edificio Enfermo, siempre y cuando se determinen las causas y se corrijan adecuadamente.
Sin embargo, en ocasiones los factores predisponentes corresponden a la estructura misma del edificio, por lo que será casi imposible corregirlas.
Aquí algunas de las acciones que deben tomarse para solucionar esta situación:
- Es importante instalar un sistema de ventilación que se adecue a las características y áreas del edificio. Debe cumplirse con los niveles exigidos de filtración y purificación del aire.
- Tener un sistema de barrido de partículas y rejillas para la filtración del aire. Así mismo, difusores de aporte y extracción para una recirculación de aire controlada.
- Zonificar los sistemas de ventilación y climatización para garantizar un óptimo manejo de la temperatura en cada zona del edificio.
- Utilizar materiales de construcción que tengan bajas emisiones de VOCS.
- Orientar las tomas de aire exterior con preferencia hacia zonas verdes o a zonas de menor contaminación ambiental.
El Síndrome del Edifico Enfermo es una realidad documentada que afecta hoy a miles de personas trabajadoras en el mundo.
Si bien se reconoce como una enfermedad profesional, la OMS la cataloga dentro de los accidentes asociados al trabajo.
Es por esto por lo que se hace necesario que prevalezca la salud de quienes ocuparán las construcciones sobre su diseño y costo.