Las aplicaciones del cemento han permanecido sin mayores modificaciones desde que se patentó el cemento Portland en 1824. Sin embargo, la innovación ha llegado por fin a este útil material de construcción.

Desde que se patentó el proceso industrial hace casi 200 años, las aplicaciones del cemento han permanecido sin mayores cambios.

Pocas cosas diferentes a pegar ladrillos o a ser parte del concreto con el que se levantan paredes, muros y columnas eran parte de las bondades del cemento.

Pero la reciente evolución en la industria de la construcción y la imperiosa necesidad de hacer esta actividad sostenible ha venido dando resultados.

A continuación, te presentamos 3 aplicaciones del cemento que cambiarán positivamente el proceso de construcción y harán un importante aporte a la sostenibilidad de nuestro planeta.

1. Cemento fosforescente

Es difícil imaginar que un cuerpo opaco como el cemento, que no permite el paso de la luz, pueda reflejarla dando el efecto de fluorescencia.

Por regla general, los materiales luminiscentes suelen fabricarse en plástico, por lo que su duración es corta.

¿Qué tal entonces tener un material muy duradero (casi 100 años) que tenga la propiedad de absorber y reflejar la luz? Pues la respuesta ya fue encontrada: el cemento fosforescente.

En el año 2008 un investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en México, de nombre José Carlos Rubio Ávalos, logró modificar la microestructura del cemento Portland.

El reto era lograr el paso parcial de la luz hacia su interior para así absorberla y posteriormente generar luminiscencia.

Los materiales fosforescentes absorben la energía del sol y la liberan durante un tiempo prolongado transformándola en luz.

Mediante el uso de los aditivos utilizados para lograr la fosforescencia en plásticos, así como arena de río, residuos industriales, sílice, agua y álcalis (que se someten a un proceso de policondensación) los investigadores lograron este resultado.

Los rayos UV absorbidos durante el día permiten que el cemento emita energía en forma de luz durante 8 a 12 horas, en la noche.

La intensidad de la fosforescencia dependerá de la cantidad de aditivos que permiten el paso de mayor o menor cantidad de luz.

Sin embargo, las modificaciones microestructurales a las que se sometió el cemento disminuyen sus capacidades mecánicas.

Por esta razón su uso recomendado es como capa de revestimiento. Además, su costo es 4 a 6 veces mayor que el cemento Portland.

Las aplicaciones del cemento fosforescente podrían estar en señalización de carreteras, zonas de parqueo, piscinas y recubrimiento de edificios.

Vale la pena mencionar que esta innovación fue premiada por la Academia Real de Ingeniería de Londres.

2. Aplicaciones del cemento como baterías generadoras de energía

¿Te imaginas convertir un edificio en una batería gigante, capaz de generar energía para uso de quienes lo habitan?

Pues esta ya no es una posibilidad remota. Científicos de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Suecia, están desarrollando una batería recargable hecha a base de cemento.

El concepto busca añadir propiedades al cemento para lograr que almacene energía masivamente y convertirlo en una especie de batería gigante.

Para lograrlo han mezclado el cemento con fibras de carbono cortas, cuyo objetivo es aumentar la conductividad y disminuir la flexión del material.

Así mismo lleva en su interior una malla de fibra de carbono recubierta con hierro, que hace las veces de ánodo y una malla de níquel para el cátodo.

Lo anterior dio como resultado una batería a base de cemento que tiene una densidad energética media de 7 vatios/hora por metro cuadrado.

Aunque la densidad energética es baja con relación a las baterías convencionales, este inconveniente es superado ampliamente por el gran volumen de una batería del tamaño de un edificio.

Al ser recargable, esta novedad en las aplicaciones del cemento podría alimentar LEDs, proporcionar energía suficiente para conexiones 4G en zonas remotas y otras necesidades de energía.

A pesar de que este proyecto está en una etapa muy temprana de desarrollo, las posibilidades a futuro son halagadoras.

El cemento compensaría el hecho de ser uno de los materiales más contaminantes a un generador y almacenador de energía, aliviando el impacto de la crisis energética.

Aún falta desarrollar aspectos, como las posibilidades de reciclaje y el adaptar la vida útil de estas baterías a la duración del hormigón, que puede superar los 100 años.

3. Microcemento en acabados y remodelaciones

Aunque se usa desde hace varios años, otra de las aplicaciones del cemento que gana cada vez más espacio es el microcemento.

El microcemento está hecho de cemento, resinas a base de agua, aditivos y pigmentos minerales. Por su resistencia y flexibilidad es ideal para acabados o remodelaciones de diversos espacios.

Como revestimiento decorativo permite logar acabados de gran calidad. Al requerirse una aplicación artesanal, permite que los acabados sean personalizados.

Los pigmentos minerales le dan color al microcemento, por lo que los acabados logrados pueden tener una amplia gama de color. Los colores son estables y perdurables en el tiempo.

Una de sus propiedades es la adherencia, por lo que puede colocarse sin problema sobre diferentes soportes.

Lo anterior permite que sea colocado directamente sobre baldosas, cerámica, azulejos, pladur, mármol, terraza, yeso e incluso sobre mobiliario. No se recomienda su aplicación sobre superficies como madera natural.

Se aplica en una capa fina de 2 a 3 milímetros, por lo que el proceso es fácil y de rápido secado. Las remodelaciones con este material son bastante rápidas.

El microcemento no es impermeable per se, ya que es un material poroso. Sin embargo, su aplicación se acompaña de barnices o sellantes que le confieren impermeabilidad.

Por esta razón su limpieza es bastante sencilla, no requiriendo más que agua y jabón de pH neutro. La superficie lisa, sin juntas ni uniones lo hace más higiénico.

Es un material muy resistente al tránsito, rayaduras, condiciones climáticas y productos químicos. De acuerdo con la textura de su acabado es también antideslizante.

Su aplicación se recomienda en interiores y exteriores. Suelos, paredes, escaleras, techos, piscinas, zonas húmedas, baños y cocinas obtienen acabados muy estéticos.

Las posibilidades de diseño y decoración que brinda el microcemento son infinitas.