Los residuos de paneles de yeso o drywall crecen al mismo ritmo de la construcción liviana. Un correcto uso de ellos es posible, favoreciendo la sostenibilidad.

Las láminas de drywall, conocidas también como paneles de yeso o tabla roca, es un material ampliamente utilizado en la construcción debido a su versatilidad y fácil instalación.

Pero a medida que se extienden las preferencias por este tipo de construcción, aumenta la generación de residuos.

De acuerdo con datos de Eurogypsum, cada año se depositan en vertederos 15 millones de toneladas de estructuras con paneles de cartón yeso.

Europa contribuye a esto con 4 toneladas, Estados Unidos con 7 toneladas y Japón con 2 toneladas.

Ante estas cifras se han propuesto varias iniciativas para dar uso a estos residuos, prolongando su ciclo de vida para así disminuir el impacto ambiental.

Los desechos pueden ser utilizados como materia prima de paneles de yeso nuevos.

Algunas empresas fabricantes de paneles de yeso han impulsado la reutilización de estos desechos para ser usados en la fabricación de nuevos paneles.

El concepto “cradle to cradle” o “de la cuna a la cuna”, por su traducción al inglés, tiene como fundamento el que un producto puede ser utilizado infinitas veces.

Esto crea un ciclo perpetuo, que genera la creación de una nueva economía. Los residuos de un material se convierten en la materia prima de uno nuevo.

Con esto las placas de yeso desechadas, principalmente fruto de remodelaciones o demoliciones, se reincorporan al proceso productivo y no terminan en vertederos.

Vale la pena mencionar que los residuos del drywall también pueden ser pre-consumo, o sea los que se producen durante su fabricación en el proceso de corte.

El drywall desechado puede transformarse y tener nuevos usos.

Los paneles de yeso se componen principalmente de sulfato de calcio y agua. Por sus propiedades químicas, el sulfato de calcio es benéfico para el césped y el suelo de jardines.

Para ello se deben retirar las láminas de papel cuidadosamente y triturar el yeso para formar un polvo.

Una vez obtenido un polvo fino, este se esparce sobre el jardín o el césped. Aunque no disminuye tanto el pH del suelo como la piedra caliza, tiene un efecto beneficioso en la inclinación del suelo.

También se ha utilizado el yeso triturado como base para compostaje. Si bien no aporta nutrientes puede agregar inclinación al compost.

En el caso de los sobrantes del proceso de construcción, los trozos de mayor tamaño pueden almacenarse como reserva para reparaciones.

Es importante que estos sobrantes no utilizados se guarden en un lugar seco. Recuerda que el drywall es receptor de moho.

¿Cómo reciclar correctamente los paneles de yeso?

El reciclaje del drywall implica la separación y recuperación de los componentes clave: yeso y papel.

Para que estos residuos sean aprovechables y se le pueda dar otros usos al drywall es importante seguir algunas recomendaciones.

Lo primero que debe hacerse es separar las placas de yeso de los demás materiales de construcción, como vidrios, residuos metálicos, residuos pétreos, plástico, madera y cartón.

Para favorecer la adecuada utilización es fundamental evitar que se mezclen con otros materiales como pintura o solventes.

No deben mezclarse tampoco con comida, líquidos u otros residuos.

Mientras los residuos son recogidos por la empresa autorizada para el reciclaje, deben almacenarse en condiciones favorables, para evitar su daño.

Por el volumen que ocupan los residuos del drywall, es difícil en ocasiones empacarlos. En lo posible se deben depositar en bolsas, bien sea negra o de lona.

De no ser posible lo anterior, se pueden cubrir con una lona. Como lo mencionamos, debe ser en un lugar seco.

También es importante que sea en un espacio cubierto, para evitar los efectos de la lluvia y el barro.

Una vez se recoge por la empresa autorizada se transporta a instalaciones especializadas en reciclaje de construcción y demolición. Allí se separa el yeso del papel. 

El yeso se tritura y tamiza para obtener partículas pequeñas. Adicionalmente se somete a un proceso de deshidratación para eliminar la humedad.

Luego, se puede utilizar en la fabricación de nuevos paneles de yeso o como aditivo en la agricultura para mejorar la calidad del suelo.

El papel se tritura de igual manera y se destina para la fabricación de cartón o papeles para empaque.

Si reciclas el drywall correctamente estás beneficiando al medio ambiente.

El reciclaje de los paneles de yeso ofrece varios beneficios significativos para el medio ambiente y la industria de la construcción.

Se reduce la cantidad de residuos, lo que evita que grandes cantidades de este material terminen en vertederos.

La demanda de espacio se reduce y se evita la contaminación del suelo y el agua.

Se conservan los recursos naturales, ya que se disminuye la necesidad de extraer y procesar nuevas materias primas, como yeso y madera.

Se ahorra energía y se reducen las emisiones de carbono. El reciclaje del drywall consume menos energía en comparación con la producción de yeso a partir de materias primas vírgenes.

Además, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la fabricación de nuevos materiales.

¿Cómo promover las mejores prácticas para la gestión del drywall en la construcción?

Es muy importante una planificación previa. Considera reciclar el drywall desde las etapas iniciales del proyecto y busca proveedores que ofrezcan opciones.

En caso de una demolición o remodelación el desmontaje debe ser cuidadoso. Separa el drywall de otros materiales y evita su contaminación con sustancias no reciclables, como pinturas o adhesivos químicos.

Establece un sistema de recolección y almacenamiento separado para los paneles de yeso. Verifica que el lugar esté protegido de la humedad y la contaminación.

Trabaja con empresas especializadas en reciclaje de construcción y demolición para asegurar que el drywall se procese y recicle correctamente.

Ten en cuenta que el reciclaje del drywall no solo ayuda a conservar los recursos naturales y reducir las emisiones de carbono, sino que también fomenta la economía circular.

Al reintroducir sus componentes en nuevos productos la construcción será una actividad más sostenible en beneficio de nuestro planeta.