Los ladrillos ecológicos fabricados a base de cáñamo, conocidos como hempcrete, podrían disminuir de manera importante el impacto negativo generado por la construcción. Varias de sus propiedades lo convierten en el más eco amigable de los materiales de construcción.

Los ladrillos ecológicos a base de cáñamo, llamados hempcrete, han demostrado tener características especiales que los convierten en una alternativa ideal para la construcción sostenible.

Es bien sabido que la construcción es una de las industrias que mayor contribución tiene en el consumo de energía y recursos del nuestro planeta.

Por esta razón en los últimos años se han buscado opciones más sostenibles para ser utilizadas en la construcción y disminuir el efecto de ésta en el cambio climático.

¿Qué es el cáñamo y cómo se usa?

El cáñamo es una de las plantas más antiguas utilizadas por el ser humano. Pertenece a la especie cannabis, específicamente a la llamada cannabis sativa.

Suele confundirse, por la forma de sus hojas, con la variedad conocida como “marihuana”.

Sin embargo, se diferencian porque el cáñamo tiene una concentración muy baja de THC (tetrahidrocannabinol), que es la sustancia psicoactiva controlada.

El pertenecer a la especie cannabis ha generado restricción a su cultivo y comercialización en varios países del mundo.

Sin embargo, en Europa, principalmente en Francia, en algunos estados de Estados Unidos y en varios países de Latinoamérica las normas al respecto se han flexibilizado.

Esto ha generado un creciente interés en el desarrollo de este mercado por parte de inversionistas.

Sus semillas y flores se usan para fabricar alimentos saludables, medicinas y productos de belleza orgánicos.

Con sus tallos y fibras se fabrica papel, ropa y biocombustible. En la actualidad un producto de desecho de sus fibras, llamado astillas de cáñamo, se utiliza para la fabricación del hempcrete.

¿Cómo se fabrican los ladrillos ecológicos de cáñamo?

El hempcrete es un biocompuesto que se fabrica mezclando astillas de cáñamo con cal y agua, formando una especie de hormigón.

Las astillas de cáñamo tienen un alto contenido de sílice, lo que permite que se adhiera consistentemente a la cal.

Una vez fundido, el hempcrete requiere mucha menos agua que el cemento tradicional en su proceso de curado, por lo que ayuda a la conservación de este recurso natural.

La cal y el agua actúan como un aglomerante que permite que la mezcla sea moldeada en forma de bloques y paneles o aplicada directamente como un material húmedo de relleno.

Adicionalmente el hempcrete puede combinarse con otros elementos para la construcción para formar pisos y techos, proporcionando una estructura aislante.

El hempcrete tiene múltiples usos dentro de la construcción

El hormigón de cáñamo es un material liviano, por lo que no es el ideal para soportar grandes cargas.

Comparado con el hormigón de concreto tiene una menor resistencia a la compresión. Mientras que el concreto puede resistir compresiones de 20 MPa (megapascales), el hormigón de cáñamo resiste 3 MPa.

Esto hace que sea un material poco apto para uso estructural (cimientos o bases), por lo que su uso en este aspecto está más generalizado en construcciones de un solo piso.

Sin embargo, por su baja conductividad térmica y propiedades de resistencia al viento, es una excelente alternativa como aislante térmico en forma de placas o paneles.

No tiene la fragilidad del concreto tradicional por lo que elimina la necesidad de juntas de expansión que se requieren tradicionalmente para absorber los efectos de la expansión, vibración y contracción por la temperatura.

Los elementos que lo constituyen hacen del hempcrete un material ecológico que dura cientos de años.

Es muy resistente a los impactos y las bolsas de aire que se forman entre sus partículas hace que sea sismorresistente, por lo que puede ser beneficioso en zonas propensas a terremotos.

El hempcrete es el más ecológico de los ladrillos

Desde su cultivo el cáñamo es un material altamente sustentable. Es una planta fácil y rápida de cultivar, que requiere menos cantidad de agua, fertilizantes y pesticidas comparada con otros cultivos.

En la medida que va creciendo, el cáñamo secuestra dióxido de carbono (CO2), previene la erosión y desintoxica el suelo y el desecho posterior a la cosecha es un excelente nutriente para el suelo.

Una vez convertido en ladrillos sus beneficios ecológicos no se detienen. Continúa absorbiendo CO2 de la atmósfera, por lo que su huella de carbono es negativa.

El hempcrete puede absorber 307 kilogramos de CO2 por metro cúbico, lo que equivale a la emisión de 3 refrigeradores.

El hempcrete es resistente al fuego. Se quema localmente, evitando la propagación de incendios y al no generar humo disminuye el riesgo de inhalación.

Los ladrillos ecológicos de cáñamo permiten la absorción y retención del calor del sol. Esta cualidad hace que los edificios hechos en este material mantengan una temperatura fresca en verano y cálida en invierno.

De hecho, un muro de 3.5 metros de hempcrete puede mantener una temperatura interior cercana a 15°C durante todo el año, evitando el uso de sistemas de calefacción y enfriamiento. 

Estos efectos de regulación de temperatura disminuyen el consumo de energía e impiden el sobrecalentamiento en las ciudades provocado por el cemento, por lo que su huella ambiental es más baja.

Las paredes hechas en este material tienen la característica de ser transpirables, permitiendo el paso de la humedad a través de ellas.

Esto las hace altamente resistentes al moho, creando condiciones interiores más saludables. Por esta razón no se generan problemas respiratorios o cutáneos.

¿En dónde se utiliza hoy el hempcrete?

Aunque el cáñamo se ha utilizado en la construcción desde hace cientos de años, la primera construcción moderna data de 1986 en Francia.

De hecho, Francia lidera este mercado y es el más grande cultivador de cáñamo del mundo.

En Estados Unidos algunos estados han modificado su legislación, permitiendo el cultivo y comercialización del cáñamo.

La primera casa en hempcrete fue construida en 2010 en Carolina del Norte. Actualmente hay cerca de 50 casas hechas en este material.

Otros países en donde se está utilizando esta solución eco amigable son India, Israel, Nepal, Nueva Zelanda, Australia, Canadá, Reino Unido y México.

Empresas como GoHemp de la India, Hemptitecture de Washington (USA), Left Hand Hemp de Colorado (USA), UK Hempcrete del Reino Unido y HempMeds de México se han convertido en jugadores de un negocio con un gran potencial de crecimiento y rentabilidad.

En un mundo donde requerimos cada vez con más urgencia materiales de construcción ecológicos los ladrillos de hempcrete podrían ser una solución fácil y económica de bajar el impacto ambiental.