Un 10.1% subió el precio del metro cuadrado de vivienda nueva en comparación con el año 2022. Según el DANE el mayor aumento fue en las casas.

El tercer trimestre del año registra el alza más alta del precio del metro cuadrado de vivienda nueva desde el año 2014.

La crítica situación por la que está atravesando el sector de la construcción, unido a la disminución de las ventas de vivienda y los altos costos en los insumos son los principales causantes.

Según el reporte del último trimestre del DANE, el incremento frente al mismo periodo del año anterior se ubicó en el 10.1%. En lo corrido del año llega a 6.12%.

De acuerdo con el informe, el alza es aún mayor en el sector de las casas, que es el más afectado con un incremento del precio del metro cuadrado de 12,42% anual.

Según datos del sector, en el año 2023 se han vendido 62,000 unidades menos que en el 2022. A esta crisis se suma que las tasas de crédito han llegado a cifras récord de un 23%.

Las tasas de interés y la inflación han disminuido de manera importante el poder adquisitivo para compra de vivienda nueva. Y lamentablemente las cosas no parecen mejorar a futuro.

Se proyectan nuevas alzas en el precio del metro cuadrado por los crecimientos a doble dígito de las tasas de crédito para los constructores.

El último gran crecimiento registrado en los precios de vivienda fue en el año 2014 cuando se incrementaron un 9.99% en el segundo trimestre.

En su momento esta situación fue generada por el impulso a la demanda para los hogares de ingresos bajos.

En ese momento había una mayor accesibilidad a subsidios y mejores tasas de interés.

El indicador, que se había mantenido estable en los últimos años, ha repuntado después de la pandemia de manera gradual.

Otra causa de esta alza es la disminución de la oferta de vivienda nueva, principalmente en el segmento de interés social.

Las ventas en el sector No VIS han caído un 29.9% en el rango de menores a $300 millones. En rangos más altos la caída es mayor: 55,6% de $300 millones a 400 millones, y 57,8% de $400 millones a $500 millones.

En el caso de la vivienda de interés social existe la expectativa de la reactivación del programa Mi Casa Ya y de una disminución de las tasas de interés que permita dinamizar el mercado.